jueves, 15 de junio de 2006

Tango y Cultura Popular Extra

-->

Tango y Cultura Popular


Año VI - Número Extraordinario© Intertango, 2006Junio de 2006
Publicación electrónica mensual y gratuita de la Asociación Civil Intertango
(Rosario, Santa Fe, Argentina), destinada a la difusión e intercambio de novedades, comentarios, reflexiones y opiniones vinculadas al tango y a otras expresiones de la cultura popular.
Se distribuye por email a más de 11000 lectores hispanohablantes de todo el mundo.
Instrucciones para SUSCRIBIRSE o BORRARSE al final del Boletín. O, más fácil, pulse en el renglón correspondiente del recuadro que aparece aquí abajo a la derecha.

En este Número Extra:

Ensayo

* Música, oportunismo, contrabando, etc.Por Mauricio Berú. Comentario
* El "tango electrónico"Por Matilde Vitullo.
> Seleccione y pulse:








Para conocernos un poquito más...
Pinchá tu "alfiler virtual" AQUÍ
Mapa de los Lectores
Visitalo: es un mapamundi donde los lectores marcan su lugar de residencia




Ensayo

Música, oportunismo, contrabando, etc.Corriendo el riesgo de aparecer ante la opinión de una enorme mayoría de personas, respecto de la música actual, tal como llega a nosotros a través de toda los medios disponibles; como un representante de "antes del diluvio", quiero referirme a un hecho singular, que envuelve al Tango y a la música electrónica en general, sobre todo, traer este tema a discusión, después de que se ha cometido el crimen.

Pero, por necesidad de encadenar varios fenómenos que tienen mucho que ver entre sí, y antes de abordar lo específico, quisiera hacer algunas comparaciones muy propias de las cosas que ocurren en el gran mundo del espectáculo de masas, en el que se descarga a cada show que se presenta a costos inconcebibles, el tan repetido cargamento de apelaciones simbólicas del mundo POP, llevado a cabo por el mundo de los negocios que contratan tanto los grupos nacionales como los internacionales, para actuar en grandes estadios y otros grandes espacios ante un público semi-pasivo pero amante de dicho género.

Claro que es así en todo el mundo, ya que para un público de 50.000 personas, no sería nada práctico realizar cinco conciertos de 10.000 personas o diez conciertos de 5.000, en lugares menores, con otra escala de contacto, sentados y ante un escenario casi como el de un teatro clásico. Pecado de vana pretensión.

En el gigantismo anónimo y descaracterizado, el público asistirá en cambio, parado o sentado en el suelo, rezando para que no llueva y con una contrición casi religiosa, porque lo que importa es escuchar la buena música; claro que sin hacer demasiado énfasis en "buena" y en "música".

Porque el mundo sonoro de la música POP, en general en los conciertos, sufre indudablemente de todos los condicionantes físicos, del enorme espacio, la necesidad de la multiamplificación y sus distorsiones consecuentes, el viento y todos los ruidos parásitos, incluidos los gritos del público, la interferencia de la luces cambiantes, mezcladas con humo sintético, fuego de artificio y proyecciones en grandes telones; todo para evitar la distracción y apostar a la sumisión incondicional de esos millares de jóvenes que actúan solidariamente y en perfecto trance hipnótico, moviendo los brazos en alto todos juntos; parecieran estar tocando el cielo, pero que también suena a una divagación de realismo mágico colectivo, de gran impacto corporal, pero de obvio extranjerismo lingüístico y musical.

Tiene cierta similitud con un partido de fútbol, pero en el fútbol se gana y se pierde, como en la vida, pero no se corre el peligro de enajenar una cierta identidad permanente.

En los grandes conciertos del rock, todo me recuerda un poco, sin la perversión, a las grandes escenificaciones de los actos de masas, ejecutadas por las formaciones de los cada vez más numerosos adeptos de los fundamentalismos de todo tipo. Está claro que no intento establecer analogías, pero todo gran espectáculo tiene un algo de alienante y trae indudablemente embutido una buena porción de ideología, de cualquier signo que sea.
Pero lo que interesa, en el fondo, es rescatar la idea de "qué pasa con la música" en ese mundo POP, ganancioso como pocas industrias en el mundo, que basa su gran poder de convocatoria en un terrorismo consumístico que no resigna espacios, los ocupa en una sorda guerra de lanzamientos, de enorme similitud con una batalla. Me pregunto qué pasa con "la escucha" y con la reflexión que acompaña, o debería acompañar a la audición de una música.

Se me dirá, y con razón, que para todo eso están los discos, y que ésa es la manera en que los jóvenes de hoy expresan su pertenencia a nuestro tiempo. Pero yo sigo preguntando por la música, que en el momento en que se encuentra, por la formulación específica de enfoque de las composiciones, para ser tocadas en grandes espacios, un poco a la distancia, suena como un gran ruido indeterminado, como un barullo que, más bien, deja el placer de escuchar para después, cuando escuchemos los discos en casa.

Y los jóvenes, ¿escuchan otro tipo de música? ¿Tienen un oído tolerante para escuchar un "adagio"?
Una vez me preguntaron: "¿cómo alguien puede oír música en la cual nadie cante?" Quiero descontar sin dudarlo, que existen muchas y honrosas excepciones, como siempre ocurre con cualquier música.

Al mismo tiempo y conviviendo con todo este mundo de la música POP, que lógicamente no sólo se refiere a la música masiva, sino que también con muchas otras expresiones POP de una concepción del mundo y de las cosas, como la televisión que los jóvenes de hoy consumen y donde de algún modo forman su lenguaje, en posiciones en general completamente acríticas y lo que es peor, en una ignorancia del pasado inmediato y sus valores, que da miedo de pensar.

O sea, el inmediatismo del consumo, impulsado interesadamente por todos los medios, que bombardea 20 horas por día a los distintos segmentos de la sociedad, pero que tiene como blanco especial a toda la juventud, invariablemente va destilando su disimulado veneno, haciéndolo pasar como entretenimiento, que es la antigua mentira de siempre, generada en Hollywood, y que siempre está al servicio de intereses económicos concretos que controlan los medios de difusión y comunicación nacionales e internacionales y cuyo objetivo principal, justamente, es implantar una falsa conciencia, que empuje al consumo de las matrices seudoculturales impuestas desde el exterior; claro que con la complicidad de los patriotas nacionales, que engrosan sus cuentas bancarias a costa de la ingenuidad y la ignorancia del público encandilado por la propaganda.

El pueblo brasileño tiene una ventana de salvación afortunada, para poder neutralizar la invasión de modas de pésimo mal gusto y ajenas a su modo de sentir; por medio del instituido festejo del Carnaval, con sus grandes espectáculos populares en todo el país y sus maravillosas y únicas Escolas do samba, género sin par en el mundo del espectáculo, creado por brasileños, año tras año durante décadas, que conjuntamente a la digna sobrevivencia de la gloriosa MPB, regulan el oxígeno que aún la buena música popular proporciona al oído y a la conciencia.

Pero el diablo no sacó la cola del fenómeno comunicacional e introdujo un nuevo y sedicioso instrumento como es el teléfono celular con cámara, Internet etc., que permite a los jóvenes despreocupados, comunicarse todo el tiempo con su tribu, con cualquier motivo y para cualquier cosa, como si fuera urgente y ¡ya! En vez de agregarse, el joven se disgrega y aísla, ¡eso sí! muy comunicado. No leen un libro, porque les aburre, la falta de acción de los dedos y la falta de imágenes les dan pánico. Hasta que sobrevenga el cansancio. Le ocurre lo que al perro que corre como loco detrás de las ruedas de un auto y cuando éste para, no sabe qué hacer. ¿Triste no?


La Dance Music y Electrónica
Generado por la misma máquina industrial de los grandes espectáculos musicales de masa, en una categoría que se refiere a la expresión musical más individual, aunque se desarrolle masivamente en un colectivo de parejas que bailan distintos tipos de ritmo POP, en grandes concentraciones en clubes y discotecas, vimos reproducirse en estos últimos años una gran variedad de estilos musicales, que duraban un período y enseguida eran sustituidos por otros, con la consiguiente aceleración en la renovación del consumo sin fin, que la moda va imponiendo a todo el mundo, como en el caso más retumbante en nuestros días de la Dance Music y Electrónica.

Hemos visto en un documental norteamericano, filmado en las playas de San Francisco, Miami y en New York, las famosas bailadas en las que se reunían miles de parejas, en una especie de olimpíada de baile, muy concurridas por las veteranas y las novatas estrellitas del cine porno, durante horas, en una concentración sólo equivalente al Carnaval brasileño, pero sin la inventividad ni la sorprendente capacidad para la intercomunicación humana, no robótica ni plastificada.

Ese tipo de baile resulta en una coreografía ideal para no caminar ni salir del lugar, moviéndose al ritmo de las batidas electrónicas y observar a su pareja y, tal vez más a sí mismo, cómo se mueve el cuerpo, cómo se acentúan las curvas, todo muy blando e insinuante, con ropas mínimas, muy cerca uno del otro y un poco transpirados. Narcisista en extremo, vemos como la electrónica colabora, no para el intercambio efectivo de sensualidades, sino para una siempre provocadora exhibición que tiene sus reglas, porque si no, con el clima creado, nadie quedaría en la pista por más de media hora, impunemente.

Las personas participantes que fueron entrevistadas, decían más o menos esto: "la música electrónica es como la música clásica para nosotros, que nos gusta porque hoy en día todo es "electrónica", que puede mezclarse con cualquier ritmo sin problemas". Ya los estoy viendo a estos genios fusionando música electrónica con Canto Gregoriano. ¡Hasta que puede dar bien! Dicen también: "para qué tenés que matarte estudiando música clásica durante ocho años, si podés tocar improvisando cualquier cosa, que puede funcionar". Sin comentarios.

Desafortunadamente, el mimetismo que adquieren los jóvenes en general, frente a los modelos importados, no se acaba con la acción musical. Va mucho más allá, e induce a adoptar un tipo de comportamiento, tanto en el aspecto físico (las ropas y los adornos) como en lo psicológico, lingüístico y cultural, y que corresponde a otro tipo de experiencia extranjerizante, que termina alienando el carácter propio de su origen y placer.


La locura de los DJs.
El fenómeno de "la electrónica", concita hoy la mayoría de los públicos jóvenes que frecuentan los bailes, y es rarísimo que se infiltre otro tipo de música, porque sería afuncional. El ritmo general de una bailada, o baile de fin de semana, no deja espacio, ni es necesitado como reflexión.

Lo fundamental es poner en circulación la adrenalina, como ellos mismos declaran.

Se repite otra vez el clima de luces y sombras obsesivamente ritualizados para la ceremonia en que es transformada una simple actividad lúdica de placer musical y contacto corporal social entre los sexos. Aparece ahora otro protagonista que nadie se hubiera imaginado antes en un baile. Siempre existieron los DJs. que ocupaban el lugar de la orquesta y que simplemente ponían los discos seleccionados. Ahora, los mismos mezclan las pistas de los discos en el mismo momento de la emisión. Pero también las intercalan y las cambian de posición, o sea, se oye una nueva configuración entre fragmentos aleatorios o combinados con alguna intención. Todo esto provoca unos ruidos infernales ya que no es levantando la púa, sino refregándolos entre sí, el famoso scratch. Siempre los fragmentos de música de los LP, mezclados con efectos electrónicos rítmicos que marcan el movimiento de los bailarines.

La música música, brilla por su ausencia, Claro que el objetivo no es oír música, ¡a quién se le puede ocurrir! Los magos de la manipulación de LPs o sea los DJs. son tratados como estrellas, y tienen compromisos con distintos bailes a los que, ellos dicen, ¡van a tocar!

Ellos tratan a los discos como a un instrumento musical y también deben pensar, "para qué voy a estudiar música, si con dos discos puedo organizar mil combinaciones" No me cabe duda que muy pronto serán llamados "compositores". El mundo entero practica esta actividad danzante y musical... Muy pronto también, el cachet de un DJ va a ser más caro que traer a la orquesta de Duke Ellington.

Que tremendas nostalgias del sonido de Thelonius Monk, las fantásticas improvisaciones de Charlie Parker y escuchar, erizados de angustia, la dolorosa voz de Billie Holiday. ¿Recuperaremos, seriamente, el placer de escuchar masivamente, porque de eso se trata, el imponente repertorio de los grandes creadores de la música universal, sin detrimento de que se sigan haciendo experimentaciones con el lenguaje musical, para contribuir junto a otras búsquedas, a aliviar el peso existencial que significa vivir en nuestro tiempo?


El Candomblé
Tratando de colocarnos siempre en el plano del respeto por las formas originales de una dada expresión musical, si a alguien puede interesarle todavía, también encontramos el estilo de una presunta modernidad que todo lo acepta y justifica y que tiene que ver mucho con el mundo POP, una insólita interferencia en una danza espontánea y de forma pura, como es el Candomblé, nacida de la religión brasileña creada por esclavos africanos y prohibida por la iglesia católica, que ha sido estúpidamente penetrada por una inclusión electrónica, con la pretensión absurda de actualizarla para el turista, atentando en verdad, contra su fascinante ancestralidad.
Como hoy en día todo se puede mezclar, llegará el momento en que para hacer una buena feijoada, quieran agregarle pescado, uvas frescas, melón y jugo de tamarindo. ¡O que en el fútbol, pueda jugarse también con las dos manos!


Hip-Hop, Millonarios y Famosos
Otro verdadero fenómeno musical POP, en los días que corren, lo constituye el hip-hop y el rap, transformándose en uno de los más lucrativos sectores de la industria norteamericana, dentro de la cual, estrellas del género llegan a vender la increíble cifra de 40 millones de discos en el mundo entero. Claro que con tanto dinero circulando, aquél carácter popular y social que lo caracterizó en su comienzos en el Bronx, se fue digamos, haciendo humo al viento. El hip-hop está generando en los Estados Unidos, más lucro que cualquier otro tipo de música.

Este nuevo tipo de cultura, dicen los propios norteamericanos, está dando a los adolescentes de las clases más bajas la oportunidad de volverse multimillonarios. Los mismos confiesan: "Estamos entre los superstars y los underground. Tratamos de crear una música que nos motive y si nuestros seguidores aprecian eso, entonces estamos en la mejor situación. "Esperamos que nuestro próximo álbum nos transforme en estrellas".

Está claro que en el revés de la trama de esta suicida persecución colonizante, de enormes fortunas ganadas en poco tiempo, no encontramos la mínima apuesta por crear un vínculo estético con la música, de la que poco se habla y que se encontraba sin duda alguna en los orígenes de la invención colectiva dentro del barrio que la vio nacer y que fuera barrido del mapa de Manhattan. Pero en nuestro territorio, rápidamente se calcan las fórmulas, que encuentran algún contacto con las regiones carentes y de similitud racial, pero con motivaciones diferentes, pero igualmente válidas. Como el género es especialmente vocal e improvisado, se presta en realidad para cualquier circunstancia en que el músico se dedique a crear sobre la marcha, la letra y el ritmo adecuado al desafío musical en prosa libre. Y este es un caso de notoria adaptabilidad, diferente de todos los otros ejemplos que no tenían nada que ver con nuestro medio y nuestras costumbres, que provocaban rechazo por un elemental sentimiento de nacionalismo bien entendido.

Pero tampoco se trataba de ser nacionalista o reaccionario, por lo mismo que todos esos géneros que analizamos, no nacieron en nuestro suelo y fueron calculadamente impuestos, invadiendo todos los medios y marcando los términos condicionantes de los contratos, que en la práctica les daba derecho de ocupación privilegiada del espacio de difusión general a los que nosotros difícilmente teníamos acceso desde nuestro propio campo.

No hay más que sintonizar la radio para ver qué porcentajes de música nacional se oyen a diario, para comenzar a sentir que estamos en otro país. Todo esto sin tocar siquiera las subjetividades que se van construyendo en las cabezas de los jóvenes, no solamente respecto de la estética sino (y esto sí que es grave) en los valores de la ética que envuelve esta infalible penetración cultural.

O sea, nunca se habló ni se propuso, ni se trató de realizar un intercambio de matrices musicales argentinas o brasileñas por norteamericanas, digamos en igualdad de condiciones operativas, de derechos, de difusión y promoción, como las que ellos hacen por aquí por toneladas, sencillamente porque no les interesamos. Les interesa solamente el mercado a ocupar rápidamente y arrancar de aquí todo el lucro, que es siempre mucho, como corresponde a un indisimulado (otra vez), desvergonzado saqueo posmoderno.

Nosotros no estamos exentos de culpa. Cito textualmente dos comentarios de jóvenes músicos norteamericanos de hip-hop, al respecto de sus expectativas:
1) "Si yo agoto las ventas, podría vender millones/ Más en un minuto, soy capaz de hacer     billones.
    Porque después de la charada y después de la parada los amigos tienen que prestar     homenaje  al maestro de este negocio"
. (trecho de "Hall of Fawe" Versión 7.0- The Street Scriptures)

2) "Poder, dinero e influencia/ yo sentí el gustito de eso/ Ahora estoy en esta, de verdad/      el juego no va a terminar en cuanto yo no agarre mi parte" (trecho de "Power, Money and influence" Versión 7.0- The Street Scriptures)

Claro que los raperos brasileños todavía no llegaron a este grado de alienación. El mayor crédito que obtienen de sus creaciones, es el que les da su autenticidad, sumado al contenido urgente de sus textos.
Este modo de componer, deberá sufrir todavía un gran cambio cuando incorpore la música, sea tanto en forma rítmica, melódica etc., etc.


Y sigue el corso...
Escuché, casi al pasar, en una radio, alguien que hablaba de un especialísimo homenaje en un ciclo de presentaciones en un gran estadio, de cuatro famosísimas formaciones rockeras, prácticamente imposible de volver a juntarlos (creo que era a beneficio).

Uno de los grupos era Pink Floyd, otro era el "U2", otro también fue Rolling Stones y no recuerdo el cuarto, igualmente famoso.

De verdad, eran cuatro bandas que habían ganado su merecida fama y por eso eran recordadas y quedarían inscriptas en la historia del género, como expresión típica de un período.

Lo extraño de todo esto fue el discurso de cierre. El que presentaba el programa expuso con un entusiasmo casi visionario, pontificando el carácter de magnifica calidad de los grupos y que esos grupos, están ayudando a toda la humanidad a vivir una única y grande felicidad incomparable, ¡sólo posible de ser provocada por el rock!
Y que eso sí, ayudaría a la humanidad, a lograr ser más feliz.

Siempre en el terreno de la música, es increíble la capacidad de autobombo que la música norteamericana consigue en donde ellos implantan sus productos fonográficos; donde sin lugar a dudas, como sin quererlo, implantan también su ideología, sus gustos, sus manías esotéricas, obteniendo millones de adhesiones parasimpáticas, que redundarán no sólo en la construcción de la felicidad del género humano como dicen, sino en astronómicos beneficios pecuniarios que irán a para a las grandes Compañías, sin que un sólo peso se reinvierta en el país en producción propia.

Pero como esa manera de tratar a los colonizados, es tan antigua como la historia, nadie dice nada y la máquina, cebada como una fiera, no larga la presa, por el contrario, inventa cada vez nuevas estrategias para sorprender a los nuevos públicos y reproducir indefinidamente el sistema.

Ahí es que me pregunto: A éste caballero de los rockeros, ¿se le pasó por la cabeza que habría también otras maneras de salvar a la humanidad a través de la música, como podrían ser, por ejemplo, que una orquesta sinfónica, también en un gran estadio y con gran aparato claro, tocase para el público la 5a. Sinfonía de Beethoven, una sinfonía de Schubert y La Consagración de la Primavera de Stravinsky?

O tal vez, mirando más para adentro, ¿porqué no?, colocar en el escenario una gran orquesta típica argentina formada por solistas, tocando quizás: Tierra querida, del maestro Julio de Caro, Responso, de Aníbal Troilo, Malandraca, de Osvaldo Pugliese y Tres minutos con la realidad, de Astor Piazzolla. ¿Será mucho pedir para un subdesarrollado?

En todo caso, ya que estamos analizando, ¿no sería comprensible a todos y mucho más práctico, si se trata de ser eficiente, cumplir esa labor humanitaria, yendo los grupos más importantes del rock, rotativamente, a tocar a pueblos y aldeas de América Latina o de África, en forma gratuita y rostro lavado, para que toda esa gente que nunca oyó ni oirá algo similar en su vida, se encuentre con otra música, con otra pasión, que en definitiva le hará pensar, de otra manera, en la suya propia? ¿Y dejarlos sembrados de asombro y, porqué no, de felicidad?.

En estos días comenzaron a ponerse en venta las entradas para asistir en el mes de febrero, un poco antes del carnaval, a los shows de las dos grandes bandas: la irlandesa U2, en el estadio de Morumbí para 75.000 personas, 400 toneladas de equipos y escenarios y al costo del ingreso entre 200 y 380 R, llegando hasta 1.000 reales.

Parece que la clase media se ha enriquecido en este comienzo de año. Con la misma motivación irán a Río de Janeiro, casi al mismo tiempo, los Rolling Stones, al barrio de Copacabana.

Cuentan que, cuando estuvieron en Buenos Aires, el público que llamaba por entradas hizo colapsar las líneas telefónicas de la ciudad. (Noticia de la Folha de São Paulo) Supongamos que recauden en cada show alrededor de 20.000.000 de pesos... en un país donde el salario mínimo es de 350 pesos, no quedando aquí más que los sueldos que ganaron en dos días de trabajo, todos los que armaron el circo, y otros seres imprescindibles que ganan una retribución bien relajada... ¿resulta algo así como obsceno, no?


Tango y Electrónica
Ahora quisiera referirme al tema que anuncié al comienzo de este trabajo: Una obra insólita, aleatoria colcha de retazos formada por una heterogénea conjunción de elementos caprichosamente disímiles, que, con la clara intención de marcar una presunta libertad de yuxtaposiciones musicales y vocales, asocia ideas históricas conocidas, con todo tipo de combinaciones frívolas, creando una entidad que quiere aparecer como formalmente moderna, pero que se define con un raquitismo snob, casi radiofónico.

Se trata de una serie de discos, con temas y títulos afines, que fuera producido en París y difundido por Europa y que se encuentra en la Internet. Su título es: GOTAN PROJECT. En el nombre está el primer embuste, porque por el carácter y la falta de seriedad de los abordajes, muy bien podría haberse llamado, con el mismo desparpajo: PAPAS FRITAS BLUES.

Porque Gotán es tango al revés, en el lunfardo clásico y significa para el porteño, algo más que el tango como potencia expresiva. Las palabras significan ideas ¿no? A Pichuco (Aníbal Troilo) le decían "gordo", pero los íntimos lo llamaban "dogor". Bien, Gotán junto con Project, suena a trasnacional y creo que las cabezas que crearon el monstruo, tienen ese tipo de sintonía.

Ahora bien, quien no conozca el disco deberá pensar que es una especie de híbrido, tipo de los que se hacen hoy día, con un poco de tango y algunos rellenos y firuletes repetidos, pero que definitivamente resulte en algo sonando a tango. Claro que todo esto sólo consigue generar tedio.

Sucede todo lo contrario: la música dominante, que no tiene ninguna personalidad, en este espacio estético, está regida por una machacante marcación rítmica de percusión tipo caribe o Centroamérica y timbres bien afrolatinos, que tienen una extensión desmesurada y repetitiva.

Es el tipo de ritmo tipo básico, originado en USA y que pretende sintetizar los ritmos sudamericanos y otros, como ya sucedió en otras épocas con la llamada SALSA, que quisieron que ocupase el lugar, en su momento, de la rumba, la conga, el mambo, el bolero, el calipso, el cha cha cha y otros ritmos, intensamente bailados en el continente.

O sea, no es gotán, ni tango, ni proyecto. Pero lo más atractivo de este injerto, es su descarada falsificación. Hasta Rodolfo Valentino hizo mejor tango en 1924, porque aprendió a bailar con un gran maestro, Casimiro Aín. Pero vayamos a los contenidos.

Quien tenga paciencia para oír los discos, se conformará inicialmente con la música en general, que llega a ser por momentos potable, por la mudanza de ritmos, de instrumentos, de timbres y la grabación, con un nivel profesional. Pero muy lejos de recordar al tango.

En lugar de eso, entonces, aparecen en la estructura de la presentación, en distintos pasajes musicales, voces sobrepuestas, que dicen alguna poesía arrabalera, con mucho ruido, enseguida la voz de una cantante a quien no se le entiende mucho y ahora, sobre la música de ¡¿tango?! entra la voz del Che Guevara diciendo trechos de sus discursos políticos conocidos. No en este orden que estoy recordando, entra una voz de un eclesiástico rezando un Ave María como el de la iglesia.

De repente alguien comienza a hablar en francés, un buen rato, claro.
Se sobrepone la voz de una azafata recitando las condiciones del vuelo desde un avión, siempre junto con la música. Y, a continuación, se oye nuevamente la voz del Che, en otro fragmento de discurso; ¡es de no creer!, ¡qué insensatez!, ¡que pretensión de cambalache! ¡Si lo oyera Discépolo!...

De repente se oye la voz de Evita que dice: "el capitalismo foráneo"..., "el general Perón"... Finalmente se oye la grabación de un tango, tocado por la orquesta de Aníbal Troilo. Por primera vez se escucha un tango grabado, que brillaba por su inexplicable ausencia. De los autores del proyecto, obviamente, el único que sabía algo de tango era el bandoneonísta, que interviene siempre muy tímidamente, como no atreviéndose a interferir. Troilo se mezcla enseguida con Evita, lado a lado. Y para que no digan que ellos no están aggiornados, se oyen las voces de un grupo de hip-hop, cantando en inglés, claro. Y luego, variando el ritmo, se oye una musiquita como la de los filmes de Rodolfo Valentino. Ahora llegó la vez de un tema folclórico, ¿chacarera?

O sea, ya se cumplió oficialmente con los homenajes a Argentina, al tango y al folclore ¡y eso debe ser lo que los autores entienden como verdadera referencia latinoamericanista! Puedo, sin mucho esfuerzo, imaginarme las discusiones filosóficas que habrán tenido los autores, un suizo, un argentino y un francés, para inventar este gran injerto. Algo parecido con lo que ocurre cuando los norteamericanos quieren retratar algún personaje de sus filmes e inventan un gaucho sudamericano, y lo visten como un torero español con sombrero mejicano. Este tipo de mezcla, es el definido producto del oportunismo, la ignorancia y el indisimulado aventurerismo de seudo profesionales de alquiler, que no conocen, no investigan y ganan sus dineros fácilmente, trampeando.

Lo que resulta increíble es cómo le hacen tragar al público semejante contrabando. Yo escuché estos temas de los que hablo, en un concierto de una radio de la ciudad de Milán, Italia, ante un público delirante, que obviamente reaccionaba bien al estilo ¡PAN y CIRCO!

El Tango argentino, no se merece esta mentira.

São Paulo, noviembre de 2005

Mauricio Berú
POR LA RECUPERACION SOBERANA DE NUESTRA LATINIDAD CULTURAL

Comentario

El "tango electrónico"Hola Ricardo,
Soy Matilde, bandoneón de la Orquesta Típica Imperial y acá va mi comentario a raíz de la discusión sobre el "tango electrónico" (aclaro que es mi opinión y no necesariamente la del resto de los chicos de la Imperial).

En primer lugar, es cierto que es muy difícil "hablar mal" del "tango electrónico" cuando hay una movida tan grande que lo sostiene... Escuché a muchos buenos y reconocidos músicos de tango decir que el "tango electrónico", o al menos una buena parte de él, además de no tener nada que ver con el tango, es una música muy burda y elemental. Pero es difícil decir esto públicamente sin pasar por reaccionarios. Lamentablemente el ejemplo de la reacción a Piazzolla nos dejó marcados y ahora esa equivocación que cometieron unos cuantos tangueros en esa época parece dar argumentos con los que no sólo se defiende al "tango electrónico": además terminan, en algún modo, poniéndolo a la misma altura que a Piazzolla. ¡Pero qué comparación! Piazzolla fue un genio e independientemente de que algunas de sus producciones estuvieran quizás un poco alejadas del tango tradicional, nadie puede ni podía negar que Piazzolla sabía mucho de tango, ¿no?: su historia empieza ya en el 40 y pico y antes.

Por otro lado algo muy llamativo es que algunos de los instrumentistas que participan o participaron en grupos de "tango electrónico" (conozco por lo menos tres casos) confiesan que la música que hacen con estos grupos no les gusta ni medio. Obviamente tampoco esto lo van a decir públicamente porque se quedarían sin el laburo y además quizás podrían ser acusados de mercenarios.

Hay varias cuestiones: por un lado la riqueza de la música, se llame como se llame, por otro lado la cuestión de qué definimos como tango, y por otro lado el espacio de difusión que obtiene esta música.

Pensando en la primera cuestión me acuerdo del cuento sobre el duque que sale a la calle vestido con un "vestido invisible" (en bolainas, en realidad) y la multitud - con tal de ir con la corriente - lo aclama por la belleza del traje. Creo que nuestro criterio para decidir si una música es buena o no debería basarse en la experiencia personal, en el grado de emoción, o de interés intelectual o incluso de entretenimiento que esa música nos pueda aportar. Quizás el "tango electrónico" esté en su primera etapa de gestación y luego más adelante surgen cosas más interesantes...

Con respecto a qué es tango, por supuesto que es muy difícil dar una definición, y la barrera entre lo que es y lo que no es tango es muy difusa. Pero una cosa es clara: hay alguna unidad entre lo que llamamos tango que hace que no a cualquier música o forma de bailar podamos darle ese nombre. La música del tango es rica en ritmos, maneja ciertos tipos de acompañamientos (como marcato, síncopa, 332), tiene formas especiales de fraseo, toques definidos diferentes de los de otras músicas... No digo que no se pueda hacer experimentación, pero creo que una base de chill out con un bandoneón sonando encima no tiene mucho sentido de ser llamada tango. (Repito que de todas maneras no me parece que todo el "tango electrónico" sea igual).

Una cosa que me enoja es que a veces se haga pasar al "tango electrónico" por "el tango joven" o "el tango nuevo" o "la evolución del tango". En realidad creo que hay más jóvenes haciendo tango tango. En Argentina pasaron muchos años en los que el tango fue despreciado por la gente, sobre todo por la gente joven; se veía como música "de viejos". Esto fue lo que sentía la generación de nuestros padres. Hay muchas razones para ello, y, como todos saben, entre ellas están "el mercado", el negocio de las discográficas, la invasión de músicas de Estados Unidos e Inglaterra, etc.

Afortunadamente en la actualidad es mucha la gente que se está acercando a escuchar, bailar y tocar tango, y hay muchos jóvenes (¡y muy jóvenes algunos!) que están buscando su camino en la producción de música de tango. Y se está aprendiendo mucho, se está escribiendo mucha música, algunos grupos comienzan a diferenciarse con su estilo... Pero parece que de todas maneras los billetes vienen más por el lado de lo electrónico...

Y para terminar poniéndome bien trágica y panfletaria:
A veces las mezclas de músicas o las mezclas de culturas pueden conducir a algo nuevo e interesante. Algunos intercambios son muy productivos. Pero hay una diferencia entre el matrimonio de un musulmán con una norteamericana y la invasión de Bush y sus petroleros a Irak, no se trata del mismo tipo de mezclas culturales, ¿no? El problema es cuando una de las culturas que interactúa es la cultura dominante de todo el planeta.

Entonces más que una riqueza se produce una uniformización, un aplastamiento de las culturas locales. Esto se transforma en la forma más sutil de dominación. Y el mundo se empieza a parecer a El mundo feliz, de Huxley. Uno puede estar en cualquier lugar del mundo y entrar a un Mc Donald's a comer la misma hamburguesa mientras escucha la misma música, una música muy fácil de entender y de bailar: punchi - punchi.

Mucho más fácil que los ritmos del folclore argentino, del flamenco, de la música de Bulgaria, del tango...

Chan chan,

Matilde Vitullo






Consultá nuestros suplementos ilustrados

Cartelera
Con muchas imágenes y las noticias que no alcanzan
a publicarse en el boletín



Temas
Debates, opiniones y documentos

Ahora podés escuchar el
último programa del ciclo Radio TyCP

cualquier día, a cualquier hora
y desde cualquier lugar del mundo
en nuestro sitio exclusivo en Internet:

Aquí(Si no aparece la ventanita, ajustá tu navegador para permitir ventanas emergentes).

Participe y Difunda:
Si tiene opiniones, noticias o artículos que desea ofrecer en colaboración puede remitirlos a la dirección tycp@intertango.com

Comunique a sus amigos esta iniciativa para que se suscriban de modo gratuito.

Visítenos en la Web, vea los números anteriores y no se olvide de consultar nuestra Cartelera, donde lo mantendremos actualizado con las últimas novedades entre boletín y boletín.
ANUNCIE
EN
TyCP


Llegue con su mensaje a más de 11000
lectores de todo el mundo


Solicite información y tarifas pulsando
aquí
Este Newsletter es una de las publicaciones seleccionadas por el sitio"Novedades en Red", el Portal de los Newsletters en español.

Si desea consultar los mejores Newsletters existentes en nuestra lengua o sumar el suyo en esta apasionante experiencia, no deje de visitarlo en:

http://www.novedadesenred.com

SUSCRIBIRSE: envíe un email en blanco a <tycp-subscribe@domeus.es>. Recibirá un mensaje con pedido de confirmación, que deberá contestar.
Por disposición de Domeus (la empresa que nos distribuye los boletines), los nuevos suscriptores deben SIEMPRE confirmar su suscripción. Para ello, recibirán un mensaje del Grupo Domeus con el texto "RESPUESTA REQUERIDA..." en el Asunto (Subject). La confirmación se realiza de la siguiente manera: abra el mensaje, pulse el botón Responder (o Reply) de su programa de correo y envíelo, sin escribir nada.

Tengan en cuenta que, en los programas de correo que tienen activada la carpeta de correo no deseado, este mensaje puede aparecer en dicha carpeta, en lugar de en la bandeja de entrada, dado que proviene de una dirección que Uds. no tienen registrada.

Una vez confirmada la suscripción, recibirán un mensaje con el texto: "Bienvenido al grupo Tycp" en el Asunto. Es todo.

Si tienen alguna duda, por favor escriban a tycp@intertango.com

BORRARSE:
Envíe un email en blanco, con la palabra Remover en el Asunto a: mailto:contacto@intertango.com?Subject=Remover

Editor Responsable:
Ricardo M. Schoua
mschoua@intertango.com
Secretario de la Asociación Civil Intertango
Secretaria de Redacción:
Cintia G. Davies
Colabora desde Salta:
Carlos Hugo Burgstaller
Las notas firmadas no reflejan necesariamente la opinión del Editor.
(El mensaje publicitario que figura al pie es colocado por la empresa que distribuye los boletines).
alta buscadores calendario de disponibilidad cestas y lotes navideños mejor seguro medico miguel angel ramirez alonso seguro embarazo seguro familiar Tarot telefónico Tarotistas